El silencio cantará...

Furia eres desatada
que me invita a despertar,
con la tormenta te levantas,
más con la tempestad;
tienes don de romanticismo,
gran gala sensual,
reflejo eres de un cielo
que encima de ti está.
Inspiras ternura a quien sabe
mirar con sinceridad,
mas bravura y desconfianza
tiendes a demostrar;
pocos de ti se fian
en la triste oscuridad,
saben de todos los cuerpos
que osaste cobijar.

Has cautivado a poetas
con esa tu soledad,
a pintores deslumbraste
con esa tu lealtad;
refugio de flores, cenizas
que a tu lado acabarán,
de las almas ya difuntas
que contigo vivirán.
Albergas deseos de unos
y secretos guardarás,
confesiones de unos pocos
que a tu lado soñarán;
paseas animales
que deciden arriesgar
descarándoes en tus brazos,
bien dispuestos a luchar.

Pobre de aquel marinero,
en tu seno partirá,
pobre de su consuelo,
de su alma, su ansiedad,
que quedó inhumado un día
que jamás se olvidará
en que tu solemne cuerpo
en la noche silvará:
bailando con esas barcas
el silencio cantará...
Reina eres en el mundo,
me persigues animar,
mas si en la noche silvas
tengo miedo al despertar;
tengo miedo a tu llamada,
al dolor, a no soñar,
tengo miedo a tus entradas
pues mi amor contigo va
en un barquito pequeño
faenando al clarear,
tengo miedo porque temo
que le quieras al amar.

Te miro tantas veces
en el ocaso, al despertar
que mi corazón expira
si no puede verte más;
miedo, ternura, pasión,
sabes hacerme inspirar,
todo esto es lo que siento
al mirar tu inmensidad.
Bailando con esas barcas
el silencio cantará...